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Diego Grau - Cover PicturePor Diego Grau | Director de GM’s                                                                          

Cuestionando paradigmas y generalizaciones agotadas: La crisis NO tiene necesariamente que ser oportunidad. El ideograma chino no dice eso. No hagamos lugar … al lugar común.

Crisis:

Puede aplicarse a la economía, las finanzas, lo social, la política, la salud…. En cualquiera de los casos se refiere a una modificación importante en el desarrollo de algún suceso. Especialmente con connotaciones complicadas o de escasez. Se refiere a situaciones difíciles o graves que ponen en peligro la continuidad de un proceso.

Implica la “necesidad” de cambios bruscos, encarar procesos de transición, con inestabilidad y a veces desintegración.

En una empresa lo positivo pasa a ser negativo. (Los clientes no compran, caen los resultados, los bancos no prestan, …).

Es preciso adaptarse, cambiar.

Oportunidad:

Constituye una circunstancia favorable que se da en un “momento adecuado” u oportuno para hacer algo.

Se hace referencia a lo conveniente de un contexto y a la confluencia de un espacio y un periodo temporal apropiado para obtener un provecho o cumplir un objetivo. Las oportunidades, por lo tanto, son los instantes o plazos que resultan propicios para realizar una acción.

El ideograma chino:

Seguramente existen distintas apreciaciones sobre este tema, Una de ellas es que la palabra Crisis en el idioma mandarin está formada por dos sílabas:  WEI-CHI.

WEI: Peligro

CHI: Significa MOMENTO, No significa OPORTUNIDAD

El ideograma que implica Oportunidad sería: CHI-HUI

CHI: Momento

HUI: Ocasión.

Reflexiones:

Cuando entramos en una crisis, nos consuelan diciendo que es una oportunidad. En realidad pasar por una  crisis es un garrón. Las crisis tienen connotaciones negativas, y pueden llevar a decisiones incorrectas porque se toman bajo presión.

Una crisis no necesariamente potencia la creatividad u originalidad. (Ojalá fuera así, como dice A. Einstein). Y muchas veces la crisis se produce por falta de visión de largo plazo.

La crisis tiende a provocar desesperación y ansiedad, por lo cual  no es siempre generadora de nuevos y buenos negocios. Las crisis pueden retraer el consumo, las oportunidades, la producción.

Una crisis importante puede sacar lo peor del ser humano, puede generar cambios de actitudes y comportamientos desesperados.

Inducir a que una crisis sea una oportunidad puede nacer de la buena intención de llevar consuelo a quien se sienta víctima de las circunstancias. Pero puede ser una trampa: Generar oportunidades depende de cada uno, y no son las crisis externas las que facilitan lograr nuestras mejores acciones, aunque seguramente se puede aprender de las crisis.

La estabilidad, en cambio, generalmente es un buen ámbito de siembra y cosecha de un futuro mejor, más que cualquier crisis. Lo bueno de todo esto es la capacidad que tenemos de enfrentar las cosas, plantearnos opciones, y buscar los mejores caminos, que nunca son únicos. Generar una buena planificación estratégica configura mejores oportunidades. (Ver nota de A. Formanchuk. UBA).

Tratar de prevenir para evitar la crisis es la mejor opción.

Si la crisis nos llega o fue inevitable, debe encararse con:

Otra perspectiva:

Al decir de A. Einstein, las crisis implican desafíos que traen progresos, creatividad, iniciativa, y fomenta los descubrimientos y las grandes estrategias. Pero las crisis deben ser superadas transformando los problemas en soluciones. Debe cuidarse que la búsqueda de la estabilidad no signifique caer en la crisis de la incompetencia o del conformismo.

La búsqueda del cambio es un trabajo duro. Dijo Einstein:

Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

diego.grau@managersgroup.com