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Por Diego Grau | Director de GM’s

En el mundo, en las organizaciones y empresas, hoy predomina la innovación y el cambio. Y esto genera tensión y conflictos. Genera estrés. Esto se contrapone con el natural impulso humano de buscar orden, comodidad y calma.

El trabajo es un lugar de estrés. Implica esfuerzos, dedicación, responsabilidad y sacrificios. Pero permite estructurar la vida y brinda satisfacciones. Una cierta cantidad de presión en el trabajo será buena si colabora con un mejor desempeño y una adaptación para los desafíos y las acciones. Pero es preciso manejar  la presión y las exigencias.

Cuando se presenta un desafío, esto nos motiva, nos capacita, nos permite crecer. El desafío es un ingrediente importante del trabajo sano y productivo. Cuando hay cambios e innovación, hay desafíos y en consecuencia, se producen picos de tensión y estrés. Ronald Heifetz (Liderazgo sin Límites) nos plantea que ante un proceso de cambio “es preciso” aumentar la temperatura o la tensión. Es preciso desafiar, motivar, exigir. O sea que un poco de estrés estará bueno.

Al inicio de un proceso de cambio, es usual que se supere cierto nivel de tolerancia. Pero si no se maneja este aumento de tensión inicial, la situación se puede descontrolar por no poderse manejar el estrés. Entonces se debe bajar esta temperatura para mantener el estrés generado en niveles productivos.

Pero si la tensión baja demasiado, se cae en un umbral de evasión, que es una situación de poca productividad y abstención del esfuerzo. En las organizaciones es usual la tendencia a enfriar las cosas y reducir la tensión. Por eso deben manejarse los niveles de tensión, y cuidar de mantener regulados los riesgos de estrés dentro de un rango productivo.

Regulado Estres - DG Imagen v1

Un rol fundamental del líder de una organización ante procesos de cambio o desafíos es la regulación del estrés. Lograr este estrés productivo que no supere ciertos límites de tolerancia, pero que no caiga debajo de un umbral de evasión improductivo. Para ello es fundamental básicamente:

  • Crear un ambiente de confianza. Planificar, establecer pautas, compartir el proyecto y el desafío del proceso de cambio, mostrar los avances.
  • Dar dirección, protección, orientación y  manejar los conflictos, usándolos para mantener la  tensión. Que no se oculten los conflictos, que se enfrenten.
  • Que las personas sientan el peso de su responsabilidad.
  • Concentrarse en los problemas difíciles, y tener tolerancia a la incertidumbre o posibles frustraciones.

Manejando un estrés productivo se permitirá:

  • Desarrollar una mejor forma de manejar positivamente la tensión para mantener el rumbo hacia los resultados y metas que se desean lograr.
  • Activar la conciencia de fortalecer una cultura de eficacia y lograr alcanzar objetivos.
  • Aprender a generar un balance  para  mejorar  la productividad laboral sin descuidar  la calidad de vida.

diego.grau@managersgroup.com